.-Cuenta la historia que en una tarde gris de invierno en la ciudad de las diagonales, un grupo de intrépidos adolescentes amantes del balompié y afectados por el “Síndrome Peter Pan”, decidieron unir fuerzas en un equipo sin nombre, pero conscientes del esfuerzo de triunfar como un grupo de amigos.
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Así fue, que el 18 de agosto del año 2004 (fecha establecida como fundación), se unieron fuerzas, se trajeron jugadores de calidad, jóvenes promesas se repatriaron y entre todos empezó a latir la ilusión.
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“No existe nada que se defina ni pueda funcionar sin nombre”, vociferaba un viejo vecino del barrio que nunca era escuchado. Pero en esa ocasión, un silencio, un vacío recorrió la calle y abrió la puerta a sus palabras. Y nació el debate. Luego de proponer un sinfín de nombres, desde los más comunes, hasta los que ridículamente, proponían ponerle el nombre de algún jugador famoso como Club Deportivo Biassoti (en clara referencia al wing de Ferro quien también pasara su “magia” por Estudiantes de La Plata), algo quedaba claro: la sabiduría afirma que tiene que ser un nombre que deje huella, algo que nos identifique como equipo.
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Así fue que entrada la madrugada, luego de un asado y embriagados, se comenzó a hablar de la infancia y de lo que nos había marcado de chicos. Sin dudas en lo que todos coincidimos fue en los dibujos japoneses de mitad de los `90: “Súper Campeones”.
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Y si bien todos éramos hinchas del Niupi equipo del protagonista de la serie, Oliver Atom, había un equipo que se acercaba al lógico desenvolvimiento de nuestro grupo. Y cual era el mas unido sino el Furano de Arman Calajam, un amigo entrañable de Oliver, quien junto a sus compañeros, entrenaban en las colinas de Furano, una ciudad en el norte del Japón, que en invierno con las crudas nevadas dificultaba las prácticas de fútbol. Pero eran 11 amigos que eran fanáticos del balompié y luchaban todos juntos.
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En eso esta inspirado el grito sagrado: FURANO FC.-
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SALUD!
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